Sala del trono

*Justo cuando lo iba abrazar él evitó contacto alguno, ¿qué pasaba con toda la gente?, ¿es qué todos habían cambiado?...incluyendome...Retrocedí de impulso, nunca me había tratado así cuando estaba sola con él, solo lo hacía cuando había alguien. Agaché la cabeza y la mirada y contesté*

-yo...esto...amo perdon, solo me dejé llevar por la alegría al verte...creo que ya hemos cambiado...

*Lo último lo susurré sin ser escuchada.Seguramente quería una explicación razonable para tanta efusividad despues de tanto tiempo lejos de la guardia ¿y si su confianza hacia mí ya se había endurecido tantito?, ¿qué iba hacer para recuperarla?*

Enprendí mi camino sin dirigirle a nadie la palabra, ¡cuánto extrañaba la afectuosa compañía de mi hermano!, tras un breve trayecto me hallé de vuelta en la Sala del trono. Al parecer Aro estaba atendiendo a Chelsea por lo cual antes de entrar pedí al guardia anunciar mi presencia. Esperé.

-Mi amo, la niña está creciendo y tiene buen uso de razón, en resumen a madurado más pronto de lo que creíamos, los Cullen han adoptado a otra híbrida, esto lo supe por su amigo Carlisle...se llama Alyssa

*lo de la niña lo sabía ya que pasaba más tiempo con los Cullen y con Rosalie*

-Maestro le pido me perdone mi atrevimiento anteriormente

Las puertas brocadas en oro de abrieron con lentitud. Avancé hacia el interior, se respiraba una atmósfera de tensión. La expresión de Aro se había recrudecido con un gesto de seriedad. Chelsea parecía inusualmente apesadumbrada mientras hablaba acerca de la híbrida. No habíamos coincidido desde aquella fugaz visita en Alemania.

- Lamento irrumpir así mi amo, ¿se encuentra todo en orden?- Puntualicé dirigiéndole una mirada a mi compañera de guardia aunque sin desviar mi atención de Aro al escucharla hablar, su disculpa me había intrigado en demasía.

Me sentí aliviada ante las palabras de Aro, lo miré siguiendo cada uno de sus movimientos hasta que finalmente atinó a expresar sus preocupaciones sobre los híbridos. Tal como lo habíamos pensado... los Cullen significaban una amenaza latente, un reto constante a nuestro poder y control sobre el mundo vampírico.

- Es un asunto delicado mi señor, si tan solo pudiéramos comprobar que los Cullen están creando su pequeña colección de híbridos...- Sugerí incisiva. No se trataba ya de venganza personal sino de seguridad.

Asentí ante las palabras de mi maestro con una sonrisa de satisfacción. Por fin las cosas iban a tomar su debido rumbo, con algo de suerte y los Cullen serían borrados del mapa.

- Agradezco su confianza mi señor, no lo defraudaré- Afirme completamente admirada de la astucia de mi mentor.

- Sé que no lo harás - confianza depositada. Años de buenos trabajos le jugaban a favor.

- Que averigüen acerca de su capacidad reproductiva, la capacidad de su don, la duración de su vida.. temas por el estilo - de todos modos, no debíamos perder tiempo en averiguar sin más.

- Ah, y pídele a Heidi que busque a la humana más fuerte y vivaz que vea y la traiga.
Observé la expresión de Jane, conteniendo opiniones por respeto, eso parecía hacer siempre.
Tuve interés en saber lo que por su mente pasaba - ¿Tienes alguna opinión o recomendación que dar al respecto, my dear one? - utilicé aquel apodo que tanto me agradaba.
Por un momento me había olvidado de la presencia de Chelsea, permaneció realmente silenciosa, probablemente apenada por su comportamiento. Eso me demostró que a pesar de todo, guardaba respeto aún. Sin darle más importancia de la necesaria volví la atención a mi verdadero asunto.

*guardé silencio escuchando aquella conversación que era solo de dos personas excluyendome a mí por completo, escuché sobre que si los cullen coleccionaban a los híbridos, quize hablar pero me quedé callada, ellos no los coleccionaban, solo eran amables como ciempre lo habían sido, ¿qué cosas estaba pensando en ese momento?, sacudí mi cabeza olvidandome por completo de mis instantes vividos en Forks y de mis pensamientos*

- Investigaremos todo lo que haga falta mi señor, hablaré con Heidi del asunto- Afirmé con total convencimiento de la importancia de aquella labor.

Miré a mi maestro con total atención y deferencia posibles. Sería muy difícil ocultarle algo así que sin más me acerqué a su lado esperando, para él yo era como un río cristalino.

- Si me permite decirlo, me gustaría asegurarme de que los Cullen no sospechen de nuestros planes- Plantee mirando significativamente a Chelsea. Sabía que algo extraño ocurría con ella.

*escuché atentamente las palabras de Jane, uyyyy ella sí que era mala, había delatado mi comportamiento extraño con unas cuantas palabras insignificantes y una mirada delatadora*

-Con su permiso Amo, tengo que marcharme.

*verdaderamente tenía mejores cosas que hacer, hellooo tambien tenía que trabajar en la disco como cantante y tanto que había esperado que mi visita a la guardia sea bonita, tuve que malograrla volviendo a tomar esa confianza antigua con mi señor, además ya no quería estorbar, vine a informar y nada más, tenía que irme ya*

Me mantuve expectante, el orden y la fidelidad eran la base del éxito de nuestra familia, cualquier falla podría ser atroz. Los talentos de Chelsea eran bastante valiosos. Mire a mi compañera con tranquilidad, confiaba en su palabra y en que cualquier acción inusual al final habría de reportarnos una ventaja. Espere a lado de mi maestro cualquier indicación.

*pasé saliva pesadamente, ¿cómo miercoles iba a ocultar unas cuantas travesuras con Carlisle, mi amistad con Rosalie y eso de trabajar en ambientes de humanos, a los cuales aún seguía odiando?*

-Maestro...yo...tengo que decirle algo antes de que...lea mi

*en eso me agarra la mano rápidamente y comienza a sacar todos mis recuerdos, mis conversaciones con la rubita, con Carlisle...Agaché la cabeza y la mirada pero no demostrando miedo, sino respeto ya que con hacer un lazo más fuerte entre Aro y Jane hacia mí, solo por ese momento hasta que se tranquilizaran, podía explicares todo con más calma pero mi maestro ya estaba al tanto de todo, me miró confuso y luego un poco enojado...*

-Amo, yo...yo...yo se lo iba a decir todo pero estaba esperando un momento apropiado...

*dije sinceramente antes de que él hablara*

A juzgar por el silencio de mi maestro tras aquella breve sesión "informativa" sobre los pensamientos de Chelsea, tuve la completa seguridad de que mi innata intuición no me había fallado. Mi compañera de guardia había incurrido en ciertas conductas extraviadas para un miembro de los Volturi. No obstante, aún no podía yo evaluar la gravedad o no de sus actos. Me mantuve a lado de Aro a la espera de escuchar sus palabras.

Chelsea parecía implorar el perdón de nuestro amo con tal ahínco comprobando así mis sospechas. Mi fugaz pero incisiva mirada cayó sobre Chelsea.

Alterné la mirada entre Chelsea y nuestro mentor, ciertamente el asunto era bastante grave. En un segundo nos vimos sumergidos en una atmósfera de completa tensión, podía ver la ira reflejada en las constreñidas facciones de Aro. Aunque ciertamente no era mi deber intervenir en tal situación, una idea muy clara había ya cruzado por mi mente, una idea que desde luego beneficiaría nuestros planes.

Avancé hasta mi maestro atendiendo a su petición. Chelsea continuaba en silencio cuando finalmente me aventuré a hablar.

-Mi amo, es indiscutible que Chelsea ha cometido una grave falta sin embargo, si me permite decirlo... creo que podríamos obtener una notable ventaja sobre los Cullen- Plantee con tranquilidad mostrando total respeto.

Por un instante Chelsea pareció recobrar las esperanzas de servir a la guardia.

*Me quedé en silencio un buen tiempo escuchando a mi maestro, tenía solo un poco de razón, pero de caerme bien los Cullen no, a las justas me caia bien Rosalie y...Carlisle. Dijo que yo podía ir a contarles los planes de la guardia, ¿qué me creía?, ¿una traidora?, yo nunca haría eso, toda mi fidelidad siempre había sido y va a ser para Aro*

-maestro...yo nunca lo traicionaría así

*En eso escucho a Jane, yo me había ganado la confianza de los Cullen , no podía traicionarlos tampoco, pero si eso lo que debía hacer para recobrar la confianza de mi amo, lo haría sin chistar*

Asentí ante las palabras de mi mestro, ciertamente el plan resultaba en apariencia osado pero, si había algo que no podía permitirme yo misma, era dar un paso el falso respecto al tema de los Cullen. Nada de riesgos, solo beneficios.

-Descuide, me aseguraré de que Chelsea se conduzca con prudencia- Sonreí mirando fijamente a mi compañera de guardia, la severidad aún prevalecía en mi rostro.

Nos disponíamos a partir rumbo a la sala de reuniones, Aro no obstante, se permitió darle a Chelsea un sutil recordatorio que era tan cierto...

*Mi maestro dudaba sobre si yo haría bien la misión. Aro me dijo que nosotros no dabamos segundas posibilidades, eso era bien cierto, pero yo no iba a fallar, ya tenía totalmente toda la confianza de los Cullen y podía sacarles toda la infiormación que se me diera la gana. Antes de que se fueran decidí darles unos verdaderamente insignificantes pequeños adelantos*

-Maestro, Alice ya no es la misma, porfin es más seria, talvez acepte su invitación de unirse a la guardia .-*si, seguramente eso no le serviría, pero los poderes de la rarita eran igual de increibles que los nuestros*.-pero su pareja, ese tal Jasper, está de viaje, uno menos de quien preocuparnos.

*Hablé claramente, no me importaba traicionar a los Cullen, pero Rose era la que me preocupaba. Ahora, ¿ella me perdonaría?*