Sala del trono

Llegue al salon del trono, mire a los presentes de reojo y me sente en el trono de Aro:
-Tengo nuevas noticias...-dije en tono burlon...-Los Cullen adoptaron a otra....nueva cosa.-añadi con una sonrisa.- Y esa cosa es un bebe.-anuncie.

Off: em...es que....bueno, lei la sugerencia de naki y bueno...una de mis contactos proximos...xD me lo ha comentado y bueno...hacia mucho que no os tocaba las narices si no se puede borro el post

A toda prisa y con paso firme y grácil me dirigí hasta la sala del trono donde Aro me esperaba. Mi viaje de inspección había sido exitoso, unos cuantos neófitos ejecutados, mi maestro estaría orgulloso de mi, su arma letal. Las puertas se abrieron y entonces, ante mis ojos, estaba el.

- Me llamó mi amo?- pregunté reverenciandolo brevemente.

Deje escapar una sonrisa satisfecha del éxito obtenido en la misión. Avance para acercarme aún mas a mi mentor, quizás querría leer mis pensamientos.

- De maravilla, el problema ha sido resuelto mi amo.- Afirme con voz tersa.

Mire a Aro por un instante, cierto, no había sido sencillo pero habia logrado el objetivo principal. Finalmente libero mi mano. Por un instante permanecí en silencio.

-Es un placer servirle- Respondi con total deferencia hacia quien me había otorgado la inmortalidad.

- Puedo hacer algo mas por usted mi señor?- Pregunte con interes, aunque la sed comenzaba a hacer mella en mi garganta deseosa de sangre.

Forks... Aquel pueblecillo gris que tantos problemas nos había causado. Durante mi viaje de inspección había tomado una ligera desviación tan al poniente que, sin quererlo, de pronto me halle en aquel sitio donde Bella y yo habíamos charlado.

- Hemos tomado todas las precauciones posibles, sin embargo, si me permite decirlo, los Cullen siempre serán una amenaza latente- Prosegui con ahínco, de sobra sabía que yo le guardaba un profundo rencor a los vegetarianos.

Me sentí un tanto contrariada al notar el interés que mi mentor tenía en aquella híbrida. Cierto, yo sentía celos pues, durante muchos siglos yo había sido su favorita, ahora él pensaba en Bella y su interesante primogénita. Permanecí en silencio escuchando con atención lo que me dijo, tenía razón. Aro me miró aumentando en cierta foma mi ansiedad. El podía saber todo sobre mí sin embargo, para mí él era todo un enigma.

- Como usted ordene, lo mantendré al tanto.- Asentí con toda solemnidad, no podía perimitirme ninguna clase de insubordinación. Servir a mis creadores era lo más importante para mí y mi hermano de eso no había duda.

Un tanto a mi pesar asentí a la petición de Aro, pues mi afán por atender a su expectativas y servirle con tan fielmente a veces acababa por verse frustrado. Para mi jamás era suficiente. De cualquier forma era momento de retirarme, ya me encargaría yo de mantener a Forks bajo la implacable mirada de los Volturi.

-Con su permiso...- Expresé antes de emprender la retirada.

off, yo puedo entrar?

Off: claro Chelsea, sólo hazlo.

*Luego de pasar por Alemania me dije ¿por qué no vas a Italia?. Me encontraba dentro de la sala de trono donde debería estar mi maestro. Paseé lentamente por la sala hasta que llegué hasta los tronos y como no había nadie me senté en el de Cayo y me puse a remedarlo, ¿ya qué si alguien me encontraba?, una simple escusa bastaba, además tiempo que no me divertia ni venía por la guardia. Suspiré y me puse seria como era delante de los demás imitandome a mí misma, qué ridicules ser la más seria de la guardia aparte de Cayo y Jane. Sin duda el único que me conocía perfectamente y conocía mi aún lado humano oculto era Aro.*

Tras salir de la sala del trono me topé con la total incertidumbre sobre quién era el elemento indicado para la misión que Aro me había confiado en comandar. Quizás tendríamos que dar un giro inesperado a nuestra estrategia, pensé en Renata o Chelsea... quizás la última fuera una mejor opción. Fui entonces en su búsqueda cuando, por casualidad Gianna me informó que Chelsea se encontraba en el castillo. Encontrarla no sería complicado.

off: dejaré que conversen y volveré a entrar un par de post después, les parece?

*Dejé las payasadas a un lado al sentir una voz familiar, sin duda mi maestro estaba sentado en su trono, me miró y yo le devolví la mirada*

-Maestro!, qué alegría verlo!

*sinceramente me alegraba al verlo despues de mis viajesitos y mi estadía en Forks. Me paré y me acerqué a él rápidamente y le abrazé, él sabía perfectamente como yo era solo delante de él, un poco demostrativa y afectuosa, despues de todo yo era tambien su favorita*