Llegando a la mansión (Lenah) (+18)

Sonrío.

- Yo también a ti, mi amor, con locura.

Rozo mis labios con los suyos y suspiro mirando las estrellas. Hacía una noche realmente hermosa. Soplaba una suave brisa que movía las hojas de los árboles suavemente y de forma tranquilizadora. Y se estaba de maravilla allí, dentro del lago, disfrutando de este momento.

off: Perdona que no te contestara pero es que me puse malísimo y no tenía fuerzas ni para levantarme de la cama.

Que me queria algo que daba por supuesto, pero siempre era mejor escucharlo que dejarse guiar por una suposicion que bien podia ser erronea aunque lo dudaba. Sonrei al notar sus labios sobre los mios y solte un leve suspiro apoyando la cabeza en su hombro mientras hacia pequeñas ondas en el lago con el dedo. Se estaba de maravilla alli, y sentir como el agua rozaba mi piel era algo realmente relajante, y si a eso le añades que estaba Garion, la cosa mejoraba bastante. Me recoste, acercandome un poco mas a el mientras le daba un beso en el cuello y sonreia un tanto divertida. ¿Que era un buen baño sin una ahogadilla? Me mordi el labio y le empuje hacia atras, haciendole caer al agua mientras me echaba a reir y retrocedia con las manos a la espalda, con una expresion de inocencia infantil con cierto toque jugueton.
-Ups.. lo siento amor, a veces no controlo mi fuerza.- dije mordiendome el labio para reprimir una sonrisa mientras seguia con mi expresion inocente.

Off: Tranquilo ¿Ya estas mejor?

Apoya la cabeza en mi hombro y se recuesta contra mí. La estrecho suavemente entre mis brazos y apoyo mi cabeza en la suya, disfrutando del delicioso aroma de su pelo. Me encontraba muy bien allí con ella, y deseo que este momento no acabara nunca.
De repente, me da un empujón y caigo al agua de espaldas. El agua me cubre por completo, cogiéndome por sorpresa.
Salgo a la superficie y la miro mal a propósito, completamente empapado.

- Ya, ya, te vas a enterar, mi amor.

Sonrío y empiezo a salpicarla de forma juguetona.

off: Sí, gracias

Me eche a reir al ver como me miraba mal y me mordi el labio mientras le miraba socarrona. Era realmente divertido ver su cara de sorpresa al empujarle. Me cubri con las manos cuando me empezo a salpicar y me rei mientras le imitaba, salpicandole mientras retrocedia con tan mala suerte que tropece con algo y me cai al agua. Sali a la superficie y sacudi la cabeza soltando un bufido.
-Maldito karma..

Off: Me alegro ^///^

Me echo a reír cuando, al retroceder, se tropieza y se cae al agua. Sale a la superficie y suelta un bufido, diciendo algo del karma. Me acerco a ella. Esperaba que no se hubiera echo daño, a veces esas caídas eran bastante malas y podías torcerte algo al tropezar con una piedra.

- ¿Te encuentras bien? ¿Te has echo daño?

off:

Sonrío cuando pone su mejor cara de inocencia y levanta la pierna ligeramente, todavía debajo del agua, diciendo que creía que se había torcido el tobillo.
Me acerco más a ella y la cojo en brazos. Le tanteo suavemente el tobillo y luego la llevo hasta la orilla, sentándola sobre una roca. Me pongo junto a ella y vuelvo a acariciarle el tobillo, masajeándolo suavemente.

- ¿Mejor? - Le pregunto en voz baja mirándola, muy cerca de ella.

Sonrío al notar sus labios rozando los míos y al escuchar lo que me dice. Le devuelvo el beso con su misma intensidad. Sabía que en realidad no se había echo daño, pero me gustaba esto.
Aumento la intensidad y me siento junto a ella en la roca, abrazándola por la cintura y sentándola sobre mis rodillas sin dejar de besarla.

Me rodea el cuello con los brazos y la pego más a mí. Se separa y mira al cielo echándose a reír. Entiendo el motivo cuando yo también empiezo a sentir como unas cuantas gotas me caen encima antes de ponerse a llover con fuerza. Me gustaba la lluvia, pero prefería estar a cubierto con una buena chimenea encendida mirando por la ventana como llueve que estar debajo de ella, al contrario que a Lenah a juzgar por su risa. Pero la lluvia nunca había matado a nadie y ahora las enfermedades no hacían mella en mí así que...
Río también y le devuelvo el beso, disfrutándolo.

Me araña suavemente la nuca sin hacerme daño y luego desliza sus labios hasta mi cuello, besándolo y dándole pequeños mordiscos. Ladeo el cuello y ahogo un gemido al notar sus colmillos rozando mi piel sin dañarme.
Estábamos completamente empapados. Los relámpagos surcan el cielo iluminándolo con su luz fantasmagórica y se oyen truenos. Pero todo eso me da igual. Enredo los dedos en su cabello y le beso el hombro.

Pone una mano en mi mejilla y me gira el rostro para que la mirara. Al instante vuelvo a sentir sus labios sobre los míos, al principio lentamente, y luego va aumentando la intensidad del beso. De nuevo y como las veces anteriores, noto el deseo recorriendo mis venas como fuego, abrasándome. Abandono sus labios y tiro muy suavemente de su pelo para echarle la cabeza hacia atrás sin hacerle daño y le beso la piel del cuello.

Sigo besándole el cuello y empiezo a mordisqueárselo suavemente, tirándole de la piel con suavidad con pequeños mordiscos.
Sigo bajando por su cuello hasta llegar al hueco de la garganta. Aprieto los labios allí con suavidad y le rozo esa zona con los colmillos sin clavárselos ni hacerle sangre.

Sonrío al escuchar su suave suspiro y la atraigo aun más hacia mí. Sabía que su cuello era uno de sus puntos débiles y también me gustaba besarle en el cuello, era suave y de piel tersa, al verlo me entran ganas de morderla y saborear su sangre.
Vuelvo a besarla.

- Te amo, se que te lo he dicho muchas veces pero no me canso de decírtelo.

Empiezo a acariciarla suavemente.

Sonrío y le devuelvo el beso, saboreando sus labios. Me empuja un poco hacia atrás y caigo al suelo de espaldas con ella encima mío.
Abrazo su cintura suavemente, reteniendola y vuelvo a bajar hasta su cuello para pasar luego al hombro, mordisqueándolo suavemente.
Le paso las manos por la espalda, acariciándosela con la yema de los dedos.

Recorre mi pecho con la uña con suavidad y se detiene en el cierre del pantalón, desabrochándomelo y quitándomelo. Suelto un suave suspiro cuando vuelve a besarme y me acerca más a ella, enredando la mano en mi pelo.
Sigo acariciandole la espalda y deslizo las manos hasta su costado, deteniéndome allí por un momento antes de subir, acariciándola con toda la mano en vez de con las yemas de los dedos como antes.
Busco el cierre de su sujetador y se lo desabrocho suavemente.