Miedos [Kiyo]

Después de caminar un poco llegamos a su casa, entre y me quite los zapatos camine hacia la sala, estaba como perdida, Jude me habia hecho recordar que había visto a alguien siguiendome. Me sente en el sofa más grande y recogi los pies.

Mire a Kiyo y le sonrie ligeramente, esperaba que se sentara junto a mí, aunque de nuevo estaba actuando raro, lo sabía estaba conciente de ello.

Me arrepiento de haber llamado a Aly... no está lista para algo así. Jude dijo cosas muy extrañas, incluso para mí.

Pienso que Aro la mandó a reclutar... como prueba para meterla a la guardia. Y no me gusta esto. No hay nadie con control de elementos en la guardia que yo sepa y no quiero que me codicien, mucho menos a Aly. Yo soy del Clan Oedo y Aly es libre... quiero que eso se quede así.

Aly está rara... entro también y me siento a su lado. La rodeo protector con mis brazos y la abrazo. No insisto ni la atosigo con preguntas... Le doy varios piquitos y acaricio su cabello. Le demuestro sin palabras que la protegeré.

El entra tambien y se sienta junto a mí, me abraza y solo me dejo abrazar, no quiero alejarlo de nuevo, no quiero que crea que estoy como antes, porque no lo estoy.

-No te lo he dicho amor... pero desde hace un par de dias... creo que alguien me sigue.

Suspire y lo abrace fuerte

-Me parece muy conocido.

La atraigo a mi pecho después de escuchar esto. Si soy objetivo puede no ser nada. Puede ser simplemente que Aly aún tiene miedo de salir sola.

Pero claro que podría ser de verdad.

- Dime cómo es. Si Yankumi o Wakamatsu lo vieron, entonces sólo es que tienes miedo. Pero aún así, yo estoy contigo. No tienes que salir sola si no quieres.

Le doy un piquito.

- Investigaré y quien sea que te sigue lo pagará muy caro. Seguiré haciendo todo lo que esté en mis manos para protegerte... para que puedas dormir tranquila en las noches sabiendo que estás a salvo.

Me atrae a su pecho y comienzo a llorar en silencio, conocia a esa persona...

-Tengo miedo Kiyo... esto aun no termina.

Lo abrace fuerte, me da un piquito y lo abrazo cariñosamente. No quería que él volviera a matar, acaricie su mejilla con ternura.

-Tengo miedo pero... se que estas conmigo y eso para mí hace una gran diferencia.

Acaricio su espalda.

- Es normal que tengas miedo preciosa... pero yo estoy aquí.

Pese a sus palabras, sé que ella aún quiere protegerme, al menos lo más que pueda.

- Te protegeré... Yo sólo quiero que estés bien. Por favor, no intentes protegerme. Necesito toda la verdad para estar listo y terminar con esto ya de una vez.

La beso... tierno y entregado.

- Todo estará bien...

La abrazo... como si con ese simple gesto fuera capaz de protegerla. Sé que así no puedo protegerla físicamente, pero con mi abrazo puedo proteger su corazón.

Acaricia mi espalda y me pego a su cuerpo, el entendía que tuviera miedo, era muy comprensivo conmigo.

-No quería decirtelo para no preocuparte, pero escucharla hablar de reclutar a gente me dio escalosfrios.

Fue como revivir lo que había pasado en solo unos minutos.

Me besa tierno y correspondo igual, podia sentir en ese beso que él estaría siempre conmigo, asiento cuando me dice que todo estara bien.

Lo abrazo tambien pero dejo que su abrazo sane aun las heridas que amenzan con abrirse de nuevo.

-Te quiero Kiyo... gracias por estar a mi lado cuando más te necesito.

Como ahora...

Asiento.

- Lo sé... Jude dijo cosas muy extrañas y entiendo perfectamente que te haya dado miedo. Pero los Volturi quieren sentirse que tienen poder sobre todos porque los amamos. Así que no se arriesgan a perder esa ilusión. No reclutan como te reclutaron a ti, te convencen. Y creéme, puedes negarte. Y no te obligan porque no saben obligar como obliga la mafia. Prefieren esperar a que te des cuenta de que los Volturi son la onda y te unas.

Beso su frente.

- Así que por ese lado, cálmate.

La beso y la abrazo buscando tranquilizarla.

- Alguien que estuvo conmigo cuando me lastimaron me dijo que estar con alguien es en las buenas... y ciertamente en las malas. Aly yo estoy contigo siempre, no lo dudes.

La atraigo aún más hacia mi cuerpo y no dejo de abrazarla y acariciar su espalda y su cabello al tiempo que le doy besos en la mejilla y en los labios.