Encuentro inesperado (Alastair)

El olor a sal y a humedad me penetraba por la nariz, la brisa me revolvía el pelo y la arena se escurría por entre mis manos. Me gustaba estar en la playa, era un sitio precioso, aunque no solía bañarme aunque llevara el bikini. Era una especie de manía, prefería contemplar el paisaje.
Aspiré profundamente para que los olores llegaran a mi de pleno. De repente, bufé y dejé de respirar, asqueada. Un olor horroroso, me había entrado por las fosas nasales y me había entumecido la nariz, provocando que la arrugara en un gesto de asco.
¿Quién demonios se estaba acercando?

Corria por la playa no a gran velocidad pero si de forma rapida. Era un buen ejecicio para mantenerme bien ejercitado y ademas, liberar tensiones del trabajo. Solo corria con ropa para correr y encima de la arena mojada sin zapatillas, ya que como licano, me encantaba andar descalsos en lso ambientes naturales.

Y muy lejos y cada vez mas cerca una mujer que instui por el olor que era una vampira, talvez debia esta preparado, quien sabe que podria pasar, no todos los vampiros, casi la minoria soy buenos con los licanos.

El olor se acercaba, yo me puse en guardia al ser un hedor desconocido. Aún desconocía muchas cosas de este mundo al no tener recuerdos, por lo que no sabía lo que me podía encontrar, de qué ser podía tratarse.
Me levanté y tensé mis músculos, nerviosa y curiosa a la vez, por descubrir quién o qué se acercaba.
Sonreí, pues esto estaba resultando muy estimulante.

Casi estaba al lado de la vampira y cuando llegué donde estaba ella parecia algo tensa pero no enojada, era raro, los vampiros que estaban tensos tenian miradas distintas a la que tenia ella.
Asi que luego de ponerme a inhalar aire que me faltaba le pregunte
-Hola?- le dije a una distancia considerable
-Creo que es un lugar amplio para una batalla pero dejame recordarte que esto es la Push y hay muchos licantropos cerca de aqui-

Cuando apareció ante mi vista, no pude dar crédito a mis ojos ¿un humano? No, eso no era un humano, los humanos no olían de esa manera. Entonces...¿Qué demonios era?
Me saludó, aún lejos de mi, eso significaba que era cauto, como yo. Tenía el mismo aspecto que un humano y hablaba como un humano, pero no olía como un humano. Comenzaba estar bastante confusa y eso no me gustaba.
Entonces dijo que este era un lugar bueno para una batalla así que me puse en posición de ataque, pero en cuando nombró los licaántropos me relajé, al estar tan extrañada.
-¿Licántropos?-pregunté, con cautela y poca confianza.

Si vampira, no te hagas la que no entiendes, no me fio de vampiros que dicen esas cosas, ya que he tenido muchos problemas en el cuerpo por confiar demasiado-
Me puse como un corredor frente a ella pero como a unos dos metros de ella
-Si, un licantropo en tierra de licantropos-

Retrocedí unos pasos, pues esto no me estaba gustando nada, literalmente, esto me olía muy mal. Él sabía que yo era una vampira, un punto menos a mi favor. Me sentí un poco extraña retrocediendo ante un humano, pero mejor tener precauciones, él parecía confiado.
-Te lo voy a preguntar una vez más- dije esta vez con voz autoritaria- ¿Qué es un licántropo? ¿Es alguna raza de humanos? ¡Explícate!
Si mi corazón siguiera latiendo, en estos momentos estaría desbocado.

La observé unos momentos y luego desistí de convertirme en un lobo
-Esta bien, estaba bien- le dije sentandome en la arena- confiaré de nuevo en un vampiro aunque iguale staré antento-
Un licantropo- continue- es una persona que se parece a los humanos, bueno, tambien era de ellos y que ahora por causas de que se han convertido o que solo han nacido como licanos, peuden convertirse en lobos. Estos licantropos han estado siempre en relaciones hostiles con tu raza, vampiros.¿te queda mas claro?

Cuando él se sentó, yo no me atreví a acercarme más, pero para mostrarle que no iba a atacarle me senté también, pero lentamente. Parecíamos un poco tontos hablando a esta distancia, si alguien nos viera seguro que se extrañaría.
Escuché atentamente su explicación, analizando cada detalle de lo que me decía, muy sorprendida. Humanos que se podían convertir en lobos, qué fascinante, me gustaría presenciarlo alguna vez. Todo iba bien, me estaba relajando bastante, incluso me estaba planteando acercarme a él cuando mencionó la relación hostil entre licátropos y vampiros. Fruncí el entrecejo, extrañada.
-No lo entiendo...¿Qué razones hay para que vampiros y licántropos sean enemigos?-pregunté. ¡Madre mía, cuántas cosas desconocía de este mundo de locos!

Me la quede mirando extrañado y luego me empecé a reir
-Jjajaja, como? en serio no sabes? sabes que eres vampira o te golpeaste la cabeza hace poco?
Es que es muy raro hablar con un vampiro que no sepa sobre licantropos y la ira de generaciones que se tienen. Y aunque no me guste mucho pelear contra vampiros, cosa que evito hacer, se por experiencia propia que hay una fuerte lucha entre nosotros.
En fin-
Hice una mueca y me convertí en pocos segundos en un lobo y me quede sentado mirandola y moviendo un poco las orejas

Me molestó un poco que se riera de mi, era como si me metiera el dedo en la llaga, pues yo no tenía ningún recuerdo y apenas había tenido relación con otro vampiros desde mi conversión.
-¡Para que lo sepas o tengo recuerdos anteriores a ser vam...!
En ese momento su cuerpo se sacudió por unos segundos y se convirtió en un gigantesco lobo. Yo pegué un grito, y retrocedí unos metros.
¡Cuando él me había dicho que se convertían en lobos, no me había imaginado una cosa tan grande!

Miré como retrocedia y giré la cabeza para un lado mientras todavia tenia las orejas levantadas.
-Woorf?- dije y me acerqué oliendo la arena hasta donde estaba ella con lentitud, y es que confiaba en ella, no sabia si atacaria o no, pero despues lo veria.
Asi que me acerque mucho a ella y me recosté a su lado, levanté a cabeza para mirarla y dije -wuuurf-

Spoiler:

Pasado el susto inicial, el lobo me pareció adorable cuando decía su ''Wooorf'''. No pude evitar soltar una risita tonta al escucharlo, no sabía por qué me hacía bastante gracia.
Se recostó a mi lado y yo, lentamente me senté también, mirando al mar. Unos minutos después me atreví a alzar la mano y tocar su pelaje, con curiosidad.
-Es suave-dije extrañada. Me había imaginado algo más pinchudo al tener un aspecto tan amenazador.

Nunca ha tenido perro?- pensé mientras me ponia sobre sus piernas y me quedaba lamiendo parte de su brazo por encima de su ropa. Normalmente no era mansito, pero me daba algo de lastima que no recordara nada, por lo menos le haria sentir bien en este lapsus que tenia sin saber mucho de nada en realidad.

-Wuuuuuuuuurfff- hice como si aullara pero fue como si estuviera bien al lado de esta vampira, y es que me gustaba que pasaran la mano sobre mi pelje, y mas si me rascaban la cabeza.

Me sentí muy bien cuando me lamió el brazo, tuve una sensación cálida en mi interior. Yo era tan fría siempre, y el lobo estaba muy caliente...me sentí un poco más humana.

Nota mental: comprarme un perro.

Me percaté de que le gustaba que le acariciara así que seguí haciéndolo, sin apartar la mirada del mar. Cuando le pasé la mano por la cabeza, noté que ronroneaba un poco, así que supuse que por ahí le gustaba más, por lo que me quedé rascando en esa zona.

-¿Sois muchos licántropos en la Push?-pregunté, tenía muchas ganas de saberlo todo sobre ellos ¡eran muy interesantes!-Solo asiente o niega-añadí al recordar que no podía hablar

Me le quede mirando cuando me preguntó eso. Era mas que obvio que aqui estaba la reserva y que las tierras de la tribu de Jacob hacia que los vampiros no entraran como en Forks, pero si, habian muchos.
Asi que asenti con la cabeza y cerré los ojitos cuando me rascaba la cabeza, si que me gustaba que lo hicieran

Hice un gesto con la cabeza para hacerle saber que le había entendido. De repente, una incertidumbre me invadió.

-Y...¿no me atacarán ellos, verdad?-pregunté, mirando hacia todos los lados por si aparecía un lobo gigante y me partía en pedacitos.

No podia contestarte, talvez porque podria pasar pero atacar a una vampiro que no recordara mucho de su pasado o que no supiera que podia hacer ella, seria un horrible acontecimiento, asi que me aparté de ella, aunque no quisiera por sus caricias en mi cabeza y me senté donde estaba antes.
Luego me converti de nuevo en una persona.
-Pues es un riesgo, pero no creo que los lobos ataquen porque si aqui, aunque no te recomiendo que entres a la reserva-

Asentí ante su explicación, tendría precauciones de no entrar en la reserva. Entonces, se me ocurrió una idea. Le miré con una sonrisa traviesa.

-Te reto a una carrera para saber quién corre más: un licántropo o una vampira. El que pierda tendrá que concederle tres deseos al otro...¿Qué te parece?

Tres deseos? -le pregunte extrañado- no sere un genio de una lampara maravillosa pero esta bien-
Me converti en lobo y me preparé para correr- wuuurf?- le pregunte aunque no creo que me halla entendido lo bastante bien

Solté una carcajada ante su chiste.

Gruñó como pregunta, que me imaginé que era de si empezábamos ya.

-La carrera empieza en esta línea-dije mientras la trazaba con el pie- Y termina cuando hayamos llegado al final de la playa y vuelto hasta aquí ¿De acuerdo?

Me puse detrás de la línea, esperando su respuesta con impaciencia, tenía ganas de correr.

No pensaba que me podria ganar, auqneu era vampiro, los vampiros corrian rapido, aunque me habia ejercitado mucho, asi que sali corriendo a lo que podia, dejando colgar mi lengua y con las orejas hacia atras, corriendo por la arena mojada

Él empezó a correr enseguida, y yo tardé unos segundos en reaccionar que fueron fatales. Corrí y corrí, el viento me echaba los cabellos atrás y me aplastaba la ropa al cuerpo, el mundo a mi alrededor era borroso e irreal. Una sensación magnífica.

Conseguí alcanzarle, pero me quedé bastante atrás cuando al verle la lengua a fuera, me entró un ataque de risa.

Aceleré todo lo que pude, aunque sabía que no serviría de mucho.

Llegué al extremo y gracias a Dios que estaba como lobo y auq eno me costó en nada hacer una curva sin tener que disminuir la velocidad y dar a una carrera loca con mi lengua volando a cualquier lado y con mis patas todas mojadas y enarenadas hacia la meta.

Doblé la curva sin parar de correr ni un ápice con la vista fija en el lobo que tenía delante mía. Lo tenía a menos de 50 centímetros de mi, tenía que acelerar más, un poco más.
La arena hacía una nube a mi alrededor, mis pies estaban a tope, la carne se me pegaba a los huesos: eso era correr a esta velocidad.
Tenía al lobo ya a menos de 5 centímetros de mi, yo estaba al límite de mis velocidad, la adrenalina corría por mis venas, estaba a punto de alcanzarle pero el cruzó la meta antes que yo. Era normal, después de todos los fallos que había tenido al principio.
-¡Que sepas...-dije, excitada después de la estimulante carrera-...que todo ha sido culpa de tu lengua!
Me eché a reir con ganas.