Hablando [Alma Leasley]

Llego a mi casa... que bueno, la verdad me recuerda a la otra residencia en Tokyo.

- Pasa...

Abro la puerta y dejo que Alma pase primero. Recorro el jardín con ella y luego abro la casa.

- Pasa y deja los zapatos en la entrada, por favor.

Me quito también los zapatos y paso. Dejo mi bolsa en la entrada. Le ofrecería algo, pero es vegetariana estricta por lo que veo y no he tenido oportunidad de ir a desangrar animales.

- Siéntate, bienvenida. ^^

Me siento a su lado.

- Dime de qué quieres hablar. ^^

No entiendo bien las palabras de Alma... ¿Qué no vinimos justo a eso? A hablar.

- Ok n_nU

Me sorprende de nuevo su abrazo. No soy mucho de abrazos, pero no digo nada.

- A ver, tranquila, siéntate. Cuéntame todo. A eso viniste, ¿no? n_n

Me siento a su lado y espero a que me lo cuente todo.

Me cuenta su historia. Partes ya me las sé... Como la parte donde se le lanzó a Kiyoshi para provocarlo y que terminara convirtiéndola.

Y la parte que no discutimos fue las 4 horas que habló con el abuelo.

- Lo sé... Kiyoshi es como mi hermano, yo fui quien lo transformó.

Y le di la opción...

Me habla de Kiba... triste como si contarle algo que hace peligrar su vida no fuera un problema. Me concentro en mi respiración. Esto es casi como hablar con Sawatari-Kyoto.

- También conozco a Kiba. Hayato fue mi alumno en Tokyo.

Hasta que me echaron por ser yakuza.

Me cuenta sobre Hugo... así que no hubo boda. Me abraza de nuevo y me quedo estoica sin corresponder su abrazo.

Termina por contarme que intenta hacerse nuevas amigas.

La miro seria.

- ¿Y no ves tus errores? Creías absurdamente que si Kiyoshi se mordía terminarían locamente enamorados. El amor no es algo que pase así. No te preocupaste por ver qué era lo que él quería y ciertamente él lo que quería era conservar tu humanidad. Le insististe tanto que acabó cediendo, pero transformarte fue difícil para él y luego tuviste el descaro de armarle un escándalo en territorio de los lobos, un escándalo que hizo peligrar su vida y que en gran parte responsable de que yo haya venido.

Suspiro.

- Y luego, Kiba. Sé por Kiyoshi que te dijo cuando te transformó que la única regla en nuestro mundo es que nadie debe saber... y no escuchas. Kiba es ahora mi protegido y probablemente se marche de Forks, en parte porque si cree tus inconscientes palabras, los Volturi irán por él. Fuiste inconsciente y todavía te sientes mal porque no te cree cuando deberías estar agradecida.

Me acomodo en la silla.

- No sé de tu relación con Hugo ni con tus nuevas amigas. ¿Pero no te has dado cuenta? Tú misma los alejas. Eres egoísta, no escuchas para nada a los demás y no entiendes el verdadero significado de la amistad. ¿Sabes qué es la amistad verdadera?

Y recuerdo la pelea entre Minami y Kiyoshi... y la carta de disculpa. Y a Kiba... cómo fue a que lo golpearan por salvar a Ryuu y a Take...

- La amistad verdadera es qué tanto de ti puedes sacrificar por otro.

Bueno espero que de verdad ahora sí me haya escuchado.

- Alma...

La tomo de los hombros.

- Aprender a pelear no te hace fuerte. Y no puedo enseñarte, porque mi estilo de pelea es secreto y no eres miembro del Clan.

Sonrío.

- Pero puedo enseñarte esto.

Me levanto.

- No eres digna de que alguien te levante... pero estás aprendiendo a levantarte sola. A diferencia de otras personas tú sóla te has dado cuenta que no puedes estar sola toda tu vida. Debes levantarte sola del suelo, ese es el primer paso. No has sabido valorar los intentos de otros por levantarte, así que ahora debes hacerlo sola.

- El segundo es que hagas un autoanálisis. Yo puedo decirte que eres egoísta, pero tal vez para ti serlo no es malo. Ve en ti misma tus errores y sé capaz de decírtelos a la cara como dijiste que Hugo te veía bonita. Con aplomo.

- Luego, intenta cambiar.

Me paro frente a ella y la miro hacia abajo porque está sentada. No con ánimo de minimizarla, con ánimo de que me vea como superior y aprenda de mí si es que en verdad es lo que quiere.

- Haz algo por las personas. Algo que a ti no te traiga ningún beneficio, puede incluso traerte algo que consideres malo. Por malo me refiero a algo que hiera tu orgullo, ciertamente no a algo que te dañe.

No sé si decirle esto, pero bueno a mí me sirvió.

- Mi abuelo siempre dice que si quieres que otros confíen en ti, tú debes confiar primero.

Me cruzo de brazos.

- Te di consejos... ponlos en práctica. No voy a ser tu maestra, voy a ser tu coach. Cuando hagas lo que te dije, regresas.

No tomo su dinero ni nada.

- ¿Alguna otra cosa?

Me abraza de nuevo... estas cosas me rayan. Y no la abrazaré, porque es como Yuki. Si la levanto, a la siguiente no se levantará hasta que alguien más venga a hacerlo por ella y no lo haré.

También porque aunque no soy vengativa por tonterías, no he olvidado lo de su boda. Necesito una prueba de que me hace caso y no sólo palabras.

Me pregunta si perdonara a Kiyoshi y la miro incrédula.

- Are? ¡Deja de decir tonterías! Dime él qué te ha hecho que amerite que tú tengas que perdonarlo. ¬¬ Más bien, ÉL tendría que perdonarte. Casi lo matan por tu culpa y tienes el descaro de creer que él es el malo. ¿Ves? Eres egoísta.

Y no me escuchas -_-

Suspiro, fastidiada.

- Bien... como quieras. De todos modos, veo que no me escuchas.

Me cruzo de brazos y suspiro.

- Ya que dices que Kiyoshi hizo algo increíblemente malo que atentó contra tu integridad de persona y no sabes si perdonarlo o no, sólo te diré que es tu decisión.

No sé para qué quiere hacerse la víctima, de mí no va a sacar que la levante, creo que ya quedó claro.

- Es tu decisión también si me escuchas o no. Ya más no puedo hacer, no controlo mentes.

Suspiro... No debo gritar.

- Alma, viniste según decidida a cambiar y tener amigos y sigues en plan egoísta. Ahora hasta intentas hacerme creer que Kiyoshi ha hecho algo horrible... como si yo no lo conociera mucho mejor de lo que lo conoces tú.

Suspiro de nuevo.

- Ese tipo de cosas son las que alejan a las personas de ti. Exiges cosas que no das, y hartas a los pocos que estuvieron dispuestos en principio a darte sin esperar mucho y ahora estás cada vez más sola.

La miro... Sé que no puede llorar de verdad porque ese es un privilegio que eligió perder cuando prefirió ser vampira a ser humana.

La dejo llorar, sin meterme. Si no se da cuenta de verdad, no podrá cambiar. No puede esperar que saque mi varita mágica y le haga un milagro. Si quieres algo, debes luchar por conseguirlo.

Relajo los brazos. Vuelve a hablarme, poniendo las manos sobre mis hombros. No entiendo por qué necesita ese contacto físico, tal vez porque necesita asegurarse de que no voy a desaparecer.

- No me lo prometas con palabras, prométemelo con hechos. Sé la persona que quieres ser, y cuando estés conforme, verás que puedes o no caerle bien a otros, pero al menos estarás bien contigo misma, que es después de todo, lo más importante.

La miro y escucho la repetición del lema de Kiyoshi. Niego.

- Yo no estoy en contra de llamar amigos a tus amigos. Kiyoshi...

Debo cuidarme hasta donde decir, no es mi vida como para andar contándola, son cosas de él.

- Yo creo que no cualquiera es tu amigo. En eso estoy totalmente de acuerdo con él. Yo pienso que puedes tener amigos lejanos, como por ejemplo los compañeros de escuela, y amigos cercanos, como por ejemplo el grupo de personas con el que te juntas, y aparte los mejores amigos. Kiyoshi tiene su forma de pensar, y él no llama amigo a cualquiera, aunque creo que tiene la misma clasificación que te di. Él sólo llama amigo a los que son sus mejores amigos.

Me quedo pensando un momento.

- Bueno en realidad no sé si a todos se los dice. Creo que espera mantener su distancia al no usar esa palabra para que... pues... no se metan en su vida. Él es reservado, creí que lo sabías. Fuiste su novia después de todo, y este es un punto clave en él.

Con razón tronaron...

Ni que fuera tonta -_-U

- Sé que ya no eres su novia, y sé por qué terminaron. Tocaste uno de los puntos más sensible de Kiyoshi: la confianza.

Veo que está enojada. Si es necesario, usaré mi don con ella.

- Tú quisiste ser una vampira... tú hiciste que no fueras para él nadie importante. Lo heriste y terminó su relación y luego volviste a buscar venganza. ¡Casi lo matan! Si después de eso esperas que él te considere amiga, lo veo casi imposible.

Suspiro.

- No sé por qué te aferras tanto a él. ¿Acaso lo sigues amando? ¿Por qué no puedes dejarlo ir, dejar que viva su vida y ya.

Suspiro y estoica, dejo que me abrace de nuevo.

- No sé qué tienes Alma, pero tienes que entender que lo tuyo con Kiyoshi terminó. Entre más te conozco, más pienso que no pudo ser. Creo que tal vez sólo te gustaba o te gusta físicamente, pero no te gusta cómo es por dentro.

Me aparto y la miro, seria.

- ¿Y Hugo? Estás con él, ¿no? O estuviste... Si sigues pensando en Kiyoshi, ¿cómo estuviste con otro? Para poder seguir tienes que olvidar el pasado.